Esa fue la conclusión de un grupo de derechos humanos basado en los testimonios de 55 exdetenidos palestinos.

Un informe del grupo israelí de derechos humanos B’Tselem, hecho público este martes, ha recogido testimonios de 55 palestinos, entre ellos 21 de la Franja de Gaza, y revela torturas sistemáticas.

LEA TAMBIÉN:

Hezbolá ataca sitios militares israelíes al norte de Palestina ocupada

Asimismo, da cuenta de la existencia de más de una docena de campos de prisioneros israelíes creados después del 7 de octubre se dedican a maltratar a los detenidos, según un informe de B’Tselem.

El informe de B’Tselem, titulado Bienvenidos al infierno, reveló  que más de una docena de centros penitenciarios israelíes se han convertido en una red de campos «dedicados al maltrato de los reclusos» desde el comienzo de la más reciente escalada sinosta de Israel contra Gaza.

De acuerdo al informe, «tales espacios, en los que cada recluso es condenado intencionadamente a un dolor y un sufrimiento graves e implacables, funcionan de hecho como campos de tortura».

La investigación ha sistematizado que las violaciones incluyen «actos frecuentes de violencia grave y arbitraria; agresión sexual; humillación y degradación; inanición deliberada; condiciones antihigiénicas forzadas; privación del sueño; prohibición del culto religioso y medidas punitivas contra éste; confiscación de todas las pertenencias comunitarias y personales; y negación de tratamiento médico adecuado».

Entre los datos ofrecidos, B’Tselem afirmó que al menos 60 palestinos han muerto bajo custodia israelí desde el 7 de octubre, entre ellos unas 48 personas de Gaza.

El informe afirma que los testimonios de detenidos demuestran «una política institucional sistémica centrada en el maltrato y la tortura continuos de todos los presos palestinos».

Según el informe, esta política se aplica bajo la dirección del ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, con el pleno apoyo del primer ministro Benjamin Netanyahu.

Denuncian que «dada la gravedad de los actos, el grado de violación de las disposiciones del derecho internacional y el hecho de que estas violaciones se dirigen diariamente y a lo largo del tiempo contra toda la población de presos palestinos, la única conclusión posible es que, al llevar a cabo estos actos, Israel está cometiendo torturas que equivalen a un crimen de guerra e incluso a un crimen contra la humanidad».

Por último, B’Tselem hizo un llamamiento a la Corte Penal Internacional (CPI) para que investigue a «las personas sospechosas de planear, dirigir y cometer estos crímenes», afirmando que la investigación no es posible dentro de Israel «ya que todos los sistemas del Estado, incluido el poder judicial, se han movilizado en apoyo de estos campos de tortura».

B’Tselem señaló también que el número de palestinos detenidos en cárceles israelíes se ha duplicado hasta alcanzar los 9.623 desde que comenzó la guerra contra Gaza.

EN ESTA NOTA: